El 14 de diciembre de 1816, la sesión pública del Soberano Congreso empezó tratando el plan, propuesto anteriormente, para costear el pago de la tropa del Ejército del Norte. Como ya se había votado, pero sin efecto, en la sesión anterior, se propuso una segunda votación. Pero el secretario Juan José Paso pidió que el asunto se postergara, hasta considerar otras posibilidades.

Entonces, a moción de los diputados José Darregueyra, Teodoro Sánchez de Bustamante y Cayetano Rodríguez, la sala pasó a una “abierta discusión sobre el proyecto de Constitución” y sobre establecer una fecha de duración del Congreso. El primero de estos temas suscitó una larga intervención del diputado Tomás Godoy Cruz.

Según “El Redactor”, el representante mendocino comenzó indicando “varios inconvenientes” que se oponían a formular el proyecto de Constitución. Alegó “el estado de crisis del país”, lo que volvía inestable cualquier Constitución y la exponía “a recibir variaciones, según las que el tiempo y circunstancias diesen al Estado”, esto entre “otras razones que dedujo”.

Finalmente, propuso que, antes de decidirse sobre la moción, “se discutiese si el país se halla en estado de recibir una Constitución permanente, o si solamente habrá de sostenerse con una provisoria, hasta una oportunidad más bien indicada”. De acuerdo a la crónica de “El Redactor”, la tesitura de Godoy Cruz fue compartida por algunos diputados, “por los fundamentos que en su apoyo dedujeron”.

Agrega la misma fuente que “se debatió el punto por el pro y contra detenidamente, con varias exposiciones”. Luego, “considerando que su resolución pedía examen más prolijo, se difirió para otra sesión”. Durante la segunda hora, tuvo lugar “la lectura de varios pliegos, dictámenes de comisiones, etcétera”.